Cada año México se ve afectado por los ciclones tropicales formados en el Pacífico, el Golfo de México y el Mar Caribe por el lado del Atlántico, algunos de estos fenómenos naturales pasan desapercibidos, pero otros llegan a desarrollarse y a convertirse en una gran catástrofe natural como el huracán Otis.
El desarrollo de un huracán varía y depende de múltiples factores ambientales como por ejemplo, que el agua del océano bajo el huracán está lo suficientemente caliente, lo cual libera grandes cantidades de energía al evaporarse, esto crea una caída de la presión atmosférica que provoca potentes vientos.
La intensificación de un huracán se basa también en el aire húmedo circundante, el cual bloquea la humedad y la energía dentro del propio huracán. La baja cizalladura vertical del viento, en la que los vientos a mayor altitud mantienen una velocidad relativamente baja, también ayuda al huracán a mantener su potencia.
Científicos de la Universidad de Albany explican que para que un huracán alcance proporciones catastróficas depende de que todos los factores coincidan de manera simultánea, aunque no es muy común, cuando sucede desencadena una rápida intensificación.
Los ciclones tropicales se clasifican en tres tipos de acuerdo con la velocidad de sus vientos máximos:
Depresión tropical, vientos son menores a 63 km/h.
Tormenta tropical, vientos entre 63 km/h y 118 km/h.
Huracán, vientos con una velocidad mayor a los 118 km/h.
¿Qué es la escala de Saffir-Simpson?
La escala de huracanes Saffir-Simpson establece 5 categorías conforme a la intensidad del huracán. Esta métrica fue desarrollada por el ingeniero de vientos, Herb Saffir y el meteorólogo, Bob Simpson.
Las categorías se establecen en base a los indicadores de la presión central incorporada y la marea de tormentas. La presión central ha sido utilizada a partir de los años 1970 y 1980 en vez de los vientos como una medida más exacta de intensidad.
La velocidad del viento en la superficie está expresada por 1 minuto de viento sostenido en la base estándar de observación de 10 metros o 33 ft sobre áreas sin obstrucción.
Estas herramientas han servido para poder calcular el tipo de huracán que se presenta y así determinar las acciones pertinentes de prevención .