¿Mito o realidad? Cantinflas, el hombre que enamoró a una sirena

Cantinflas ha sido señalado como “el hombre que enamoró a una sirena”, pues existen una leyenda que envuelve a la esposa del ícono mexicano.

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Sirena
Imagen de Freepik.

Mario Moreno “Cantinflas”, el legendario comediante mexicano, no solo conquistó al público con su humor e ingenio, sino que también alimentó una serie de leyendas que aún persisten. Una de las más intrigantes es la relacionada a su esposa, Elizabeth Moreno, pues algunos creen que era una sirena.

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¿Quién era la esposa de Cantinflas?

Elizabeth Taylor, Marilyn Monroe, Ava Gardner... la lista de estrellas con las que se relacionó Cantinflas es larga y legendaria. Sin embargo, ninguna de ellas llegó a ser su esposa. La única mujer que ostentó ese título fue Elizabeth “Elizabeth” Moreno (1929-2009), con quien se casó en 1936 y permaneció hasta su muerte en 1993.

La misteriosa casa de Cantinflas

Acapulco, con su mar azul y sus playas paradisíacas, era uno de los lugares favoritos de Cantinflas. Allí construyó una mansión conocida como “El Castillo”, una edificación extravagante con forma de barco y detalles surrealistas que reflejaban la personalidad del actor. Uno de sus mayores misterios es que permanece abandonada hasta el momento y con una estatua de una sirena “mirando” hacia el mar. Según la creencia natural, las sirenas asisten al lugar para realizar sus fiestas.

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¿Por qué dicen que en la casa de Cantinflas había sirenas?

La fascinación de Cantinflas por las sirenas era bien conocida. Se dice que incluso llegó a ofrecer una recompensa a quien le trajera una viva. Esta obsesión se ha visto alimentada por historias y leyendas que rodean a “El Castillo”. Algunos afirman haber visto sirenas en las aguas que rodean la propiedad, e incluso hay quienes aseguran que la esposa de Cantinflas, Elizabeth, era en realidad una sirena que había tomado forma humana para estar con él.

Las historias sobre las sirenas en la vida de Cantinflas forman parte del folclore popular mexicano. Si bien no hay pruebas fehacientes de que su esposa fuera una sirena, la fascinación del actor por estas criaturas marinas sigue alimentando la imaginación de muchos.

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