En México, cada 28 de octubre se celebra el día de San Judas Tadeo, patrón de las causas perdidas o imposibles, por lo que miles de feligreses demuestran su fe y agradecimiento en estas fechas o aprovechan a pedir ayuda para alguna situación difícil.
Judas Tadeo es el último en la lista de los doce Apóstoles de Jesucristo (Mateo 10:3, Marco 3:18). Hijo de Cleofás y hermano del apóstol, Santiago el Menor, además de ser primo de Jesús de Nazaret.
¿Qué significa la llama que tiene en la cabeza San Judas?
Alrededor de esta fecha existen diferentes tradiciones y creencias, como por ejemplo, la llama sobre la cabeza de San Judas es conocida como “La Lengua de la Llama”, y representa al Espíritu Santo que desciende sobre San Judas y los otros Apóstoles en Pentecostés.
¿Por qué se pone a San Judas de cabeza?
Una de las creencias de los devotos de San Judas Tadeo, es que para aquellos a los que les ha ido mal en el amor, pueden pedirle el “milagrito” al santo patrono, según la tradición popular, deben poner un altar con flores y veladoras, colocar a San Judas Tadeo de cabeza y hacerle tu petición con mucha fe. La iglesia católica no reconoce que San Judas sea santo de mal de amores o del amor, sin embargo, esta práctica se ha vuelto muy popular.
¿Qué oración se le reza a San Judas Tadeo?
Si quieres pedirle un favor a San Judas Tadeo, te compartimos la oración que sus devotos le rezan para solicitar su ayuda e intercepción en alguna causa.
Oración a San Judas Tadeo
¡Oh Santo Apóstol San Judas, siervo fiel y amigo de Jesús!, la Iglesia te honra e invoca universalmente como el patrón de los casos difíciles y desesperados. Ruega por mí, estoy solo y sin ayuda y siento gran soledad.
Haz uso te imploro, del privilegio especial a ti concedido, de socorrer pronto y visiblemente cuando casi se ha perdido toda esperanza. Ven en mi ayuda en esta gran necesidad, para que pueda recibir el consuelo y socorro del Cielo en todas mis necesidades, tribulaciones y sufrimientos, particularmente… (hacer su petición aquí) y para que pueda alabar a Dios contigo y con todos los elegidos por siempre.
Prometo, Glorioso San Judas, nunca olvidarme de este gran favor; honrarte siempre como mi especial y poderoso patrono; y con gran agradecimiento, hacer todo lo que pueda para vivir bien mi Fe Cristiana. Amén.