El caso de Arnaldo, un abuelito de 83 años que vivió durante meses en un aeropuerto de Bolonia, Italia, tuvo su final feliz, cuando un grupo de personas se enteraron de su situación y decidieron ayudarlo.
El abuelito vivía en las instalaciones del Aeropuerto Guglielmo Marconi desde julio del año pasado, debido a que ya no podía pagar el alquiler de su domicilio, Arnaldo trabajó como consultor de vinos y era pensionado, pero el dinero que recibía ya no era suficiente para pagar un casa por lo que dejó su hogar y busco a los servicios asistenciales de su ciudad.
Posteriormente continuó su travesía y terminó refugiándose en el aeropuerto de Bolonia, donde poco a poco se ganó el afecto de los trabajadores de la instancia que día a día lo veían pernoctar ahí.
Inicialmente el abuelo dormía a las afueras del aeropuerto para no generar molestias, pero con la llegada del invierno y las bajas temperaturas comenzó a quedarse en el interior de la zona de check-in, donde los pasajeros, pilotos, azafatas y demás personal comenzaron a apoyarlo.
Le regalaron una bolsa de dormir, además le ofrecían café y comidas durante el día y tenía un periódico disponible en el quiosco, su historia conmovió a muchas personas y llegó hasta la televisión, tanto que sucedió un milagro para el abuelito
A lo que los medios locales llamaron “una mano amiga”, pues no quiso revelar su identidad, le entregaron al abuelito las llaves de su futuro hogar, una casa completamente para él y para que pueda vivir feliz y en paz. Sin duda el mejor de los finales para Arnaldo, quien pasó muchos meses viviendo en la nada y durmiendo en los pisos de este aeropuerto.
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