Con anterioridad expertos habían explicado que el año 2023 fue uno de los más calientes de Europa desde que se tienen registros; la Organización Meteorológica Mundial (OMM) y el programa Copernicus de la UE. detallaron en un informe que la temperatura media fue 1ºC superior a la media calculada desde 1991 a 2020, pero recientemente Europa presenta un ascenso de 2,6ºC. Cifras que han alertado a los investigadores.
¿Cuáles han sido los años más calurosos de Europa?
De acuerdo con los expertos, los tres años más calurosos desde que existen registros en Europa se han dado desde el 2020, es decir, 2021, 2022 y 2023; El informe de Copernicus correspondiente al 2023 indica que a excepción de Escandinavia, Islandia y Groenlandia, casi todas las regiones de Europa registraron temperaturas superiores a la media durante todo el año.
Asimismo las olas de calor en Europa aumentaron durante este mismo periodo, pues 23 de las últimas 30 olas de calor más fuertes se registraron desde el 2020, alcanzando un número récord de días con “estrés por calor extremo”, que equivale a una temperaturas superiores a 46°C.
¿A qué se debe el aumento de temperaturas en Europa?
El incremento de temperaturas en 2023 impuso nuevos récords, según expertos como Joaquín Muñoz, señalan que este aumento se debe a las concentraciones de los gases invernadero, el calentamiento del planeta provocado por el hombre, la quema de combustibles fósiles, asimismo durante este año hubo récords en las emisiones de dióxido de carbono y de metano.
El aumento de temperaturas también ha afectado a los océanos, así como la variabilidad natural relacionada con el fenómeno del “Niño”, ciclo de calentamiento que empieza en el Pacífico ecuatorial y que afecta a todo el planeta, aunque en Europa su influencia está más debilitada.
Glaciares europeos sufren deshielo por altas temperaturas
Este mismo año el deshielo que se presentó en los glaciares de los Alpes europeos fue excepcional, las nevadas fueron inferiores a la media sobre todo en zonas de Europa central y los Alpes durante el invierno y la primavera. Las altas temperaturas han provocado una pérdida neta de hielo en los glaciares de toda Europa; solo en los Alpes se registró una pérdida del 10 por ciento del volumen que quedaba en 2022 y 2023.