Tras un largo juicio, Jennifer y James Crumbley, padres de Ethan Crumbley, adolecente que llevó a cabo un tiroteo en una escuela en Michigan, Estados Unidos, fueron sentenciados a prisión por el crimen que cometió su hijo en el año 2021, donde un pequeño murió y varios más salieron heridos.
Los padres recibieron la sentencia bajo los cargos de homicidio involuntario, por los hechos ocurridos el pasado 30 de noviembre del 2022, donde su hijo Ethan, de 15 años de edad, llevó un arma calibre nueve milímetros a la preparatoria Oxford, donde abrió fuego, asesinando a cuatro estudiantes, además de herir a seis de sus compañeros y a un profesor.
El joven fue severamente juzgado y sentenciado el año pasado a cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional, al declararse culpable de terrorismo, más cuatro cargos de homicidio y otros 19 delitos relacionados.
Al ser un menor de edad y estar bajo la tutela de sus padres, ellos son los primeros responsables en detectar estas conductas, pero sin embargo, durante los juicios mostraron una “escalofriante falta de remordimientos” por las acciones de su hijo, por lo que el juez determinó culpabilidad en ambos padres.