La hermosa historia detrás de la tradición de tocar la CAMPANA al vencer el CÁNCER

 La Organización Panamericana de la Salud y la Organización Mundial de la Salud celebran cada 4 de febrero el Día Mundial contra el Cáncer

ELENA BALCÁZAR
Viral y Tendencia
Tocar la campana al vencer el cáncer
EUROPA PRESS

Seguramente conoces que existe una tradición muy peculiar en los pacientes que vencen el cáncer, hablamos del ritual de tocar una campana cuando reciben la noticia que han vencido a esta terrible enfermedad; durante años esta ha sido una práctica que se ha llevado a cabo en muchos lugares, pero, en realidad ¿Dónde nación la idea de tocar una campana para celebrar que venció el cáncer?

La Organización Panamericana de la Salud y la Organización Mundial de la Salud celebran cada 4 de febrero, el Día Mundial contra el Cáncer, el objetivo de esta fecha es para incentivar la prevención de esta enfermedad, previo a esta conmemoración queremos compartirte la hermosa historia de como surgió tocar la campana cuando ce vence esta enfermedad.

¿Por qué se toca una campana cuando se vence el cáncer?

La historia data que nació en 1996 en el centro MD Anderson de Houston, cuando el almirante Irve Le Moyne que padecía cáncer, descolgó la campana de su barco y la llevó al vestíbulo del Centro Anderson donde la tocó como símbolo de que había ganado su batalla.

Irve ‘Chuck’ Le Moyne fue un oficial de alto rango del ejército de los Estados Unidos, fue el primer Naivy Seal en alcanzar el grado de almirante y en ser condecorado con dos medallas de bronce a su labor en combate, desafortunadamente fue diagnosticado un tipo de cáncer muy agresivo, pero acudió a tratarse al MD Anderson, uno de los hospitales oncológicos más avanzados de su país, donde se sometió a varias sesiones de radioterapia.

El marina es común tocar la campana para indicar que el trabajo o alguna tarea ya estaba hecha, por lo que el almirante le contó a sus doctores que cuando venciera el cáncer haría lo mismo en el hospital.

Irve Le Moyne terminó sus sesiones de radioterapia y llevó su campana de bronce, la puso en el vestíbulo y fue el primero en hacerla sonar. Así inauguró una de las tradiciones más bonitas y emblemáticas para todos lo enfermos que enfrentan padecimientos oncológicos

Hoy después de tantas décadas, en muchos lugares del mundo se toca la campana cuando alguien vence el cáncer, así todos en el piso saben que uno más gano la batalla, inspirando, dando esperanza y fuerza a aquellos que siguen enfermos y en lucha.

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